jueves, 13 de noviembre de 2008

Comentario lectura n: 3 ¿ Qué es la concepción del mundo?

Es una serie de principios que dan razón de la conducta de un sujeto, a veces sin que este se los formule de un modo explícito. Esos principios están explícitos en la cultura de la sociedad en que vive. Esa cultura contiene por lo común un conjunto de afirmaciones acerca de la naturaleza del mundo físico y de la vida. La parte contemplativa está íntimamente relacionada con la parte práctica. La existencia o inexistencia de un principio ideal o espiritual que sea causa del mundo.
Para el estudio de las relaciones entre concepción del mundo y ciencia positiva basta, con atender a los aspectos formales de ambas. Credo religioso-moral o de sistema filosófico. La filosofía sistemática se vio arrebatar un campo temático tras otro por las ciencias positivas, y acabó por intentar salvar su sustantividad en un repertorio de supuestas verdades superiores a las de toda ciencia. La concepción del mundo quiere ser un saber, conocimiento real del mundo, con la misma positividad que el de la ciencia. Causas de la caducidad de la filosofía sistemática. La principal es la constitución del conocimiento científico positivo durante la Edad Moderna. Intersubjetividad, previsiones exactas… Que un conocimiento es intersubjetivo quiere decir que todas las personas adecuadamente preparadas entienden su formulación del mismo modo. El conocimiento que los posee (positivo) va destronando, como conocimiento de las cosas del mundo al pensamiento, mucho más vago y mucho menos operativo, de la filosofía sistemática tradicional. Lo que valen son la verificación o falsación empíricas y la argumentación analítica (deductiva o inductivo-probabilitaria).
Una concepción del mundo que tome a la ciencia como único cuerpo de conocimiento real va por detrás de la investigación positiva (con la marcha y los resultados de esta) y por delante, porque inspira o motiva la investigación positiva de la visión general de la realidad.

La concepción marxista del mundo

Concepción materialista y analítica del mundo. Aspiración a terminar con la obnubilación de la consciencia, con la presencia en la conducta humana de factores no reconocidos o idealizados. Concepción explícita. La liberación de la consciencia presupone la liberación de la práctica. El nuevo materialismo no es una filosofía, queda “superada”, percibe lo filosófico como un nivel de pensamiento científico. No hay conocimiento “aparte”, por encima del positivo. “Inmanentismo”.
“Concepción comunista del mundo”, Engels. Dialéctica: se centra en las limitaciones del hacer científico-positivo. La ciencia positiva usa una metodología analítico-reductiva. Su eliminación de factores irracionales en la explicación del mundo hace que el aspecto cualitativo pierda toda relevancia.
Con este conocimiento se pierde una parte de lo concreto: precisamente la parte decisiva para la individualización de los objetos. Los “todos” concretos y complejos no aparecen en el universo del discurso de la ciencia positiva. Lo que no suministra es su totalidad, su consistencia concreta. El campo o ámbito de relevancia del pensamiento dialéctico es precisamente el de las totalidades concretas. Según Hegel, la verdad es el todo.
La concepción del mundo tiene por fuerza que dar de sí una determinada comprensión de las totalidades concretas. La tarea de una dialéctica materialista consiste en recuperar lo concreto sin hacer intervenir más datos que los materialistas del análisis reductivo.
Es al nivel de la comprensión de las concreciones o totalidades, no al del análisis reductivo de la ciencia positiva. Concreciones o totalidades son, individuos vivientes, y las particulares formaciones históricas, las “situaciones concretas “de que habla Lenin. El universo como totalidad no puede pensarse en términos de análisis científico-positivo, sino dialécticamente, sobre la base de los resultados de dicho análisis.

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